Fotos: Guillermo
Texto: Ant on Ío
Topo: Matienzo Caves web
Hicimos
una quedada súbita el viernes por la noche y para el sábado éramos seis. Guillermo
quería visitar el Sistema de la Vega
pero pensando en el lago lleno de agua optamos por las Dog Series y Vampire Gallery en La Hoyuca. Me
reuní con Roberto & Adrián y Luis & Elena en el Lupa de Hoznayo y ya todos nos juntamos en la iglesia de Riaño (comenzada a
construir en el siglo XV). El día, en contra de las previsiones, estaba espléndido.

En
cinco minutos estábamos cruzando el prado que lleva a la boca. Estaba encharcado por
las lluvias recientes pero no demasiado. Roberto intento un par de veces pasar
la estrechez que da acceso a las amplias galerías desde la red de entrada pero
no pudo por su anchura torácica. Por suerte existen otras rutas aunque no sean
tampoco lo que llamaríamos "cómodas". Escogimos una en que había
varios resaltes, uno de los cuales necesito un paso sobre los hombros de Guillermo.
Así conseguimos reunirnos todos al otro lado de la estrechez. Continuamos nuestro
camino sin prisas por las hermosas galerías de Quadraphenia hasta Pigs Trotter Chamber (Sala de las pezuñas de cerdo). Allí hicimos
una paradita para contemplar las formas geológicas.
De
camino a Flashbull Hall nos tomamos un tiempito para subir
por una grieta arenosa a un piso superior decorado con banderas translúcidas
muy hermosas. Continuamos sin pausa más allá de la sala hacia un desfonde que
se pasa por la derecha con la ayuda de un pasamanos. Con una corta trepada
alcanzamos la zona de Vampire Gallery, zona
que recorrimos hasta su final, donde una corta trepada permite subir a un piso
superior, con excaso recorrido, en la que se atraviesa una zona de raíces colgantes muy llamativa.
Paramos a comer y beber en una zona seca de Vampire Gallery aunque allí no vimos vampiros ni
murciélagos por mucho que miramos en todos los rincones.
De
vuelta al pasamanos cruzamos un puente sobre el desfonde en el convendría poner
una cuerda de seguro. Un poco más allá se alcanza una trepada en la pared de la
derecha por la que se accede a Dog Series. Esta
zona, muy bien decorada, nos gusto más que ninguna otra de la visita. Estuvimos
dando vueltas para ser exhaustivos. Encontrar Manhattan nos costó un poco. Tras dar deambular algo más, y descartar varios pasajes, subimos una trepada y dando un quiebro desembocamos en una salita con el esqueleto de un pequeño
cánido en el suelo (Dog Series). A mí me pareció que podría ser
un zorro tanto como un perrito. Y no me cuadra la presencia de un perrito hace
miles de años en ese lugar. Siguiendo adelante por la galería pudimos ver zonas
sin huellas (el agua las había borrado del suelo). Nos hizo mucha
ilusión eso de parecer exploradores por un minuto. Y la formación más llamativa del día The Tiger. Se trata de una estalagmita baja y ancha, una especie de
colada cónica, dividida en sectores circulares amarillos y naranjas que se
alternan. Fue un bonito regalo final. Eran las tres de la tarde y un poco más
allá comenzamos la vuelta.
Hicimos
un amago de salir por la, así llamada, entrada de la iglesia para evitar la
estrechez, pero fiel a su fama estaba llena de barro, con pocillos llenos de
agua, formando un lodazal. Optamos por la salida de la estrechez, salvo
Roberto y Guillermo. Provistos de una cuerda pudieron bajar el resalte barroso
del camino alternativo. Lo mejor sería dejarlo fija, no son más que unos metros
de cuerda, anclada a un natural o a un parabolt de
inoxidable. En el exterior amagaba lluvia pero pudimos cambiarnos bien tranquilos.
Allí mismo nos despedimos, pero Guillermo y yo tenemos la convicción de que
volveremos a esta cueva en poco tiempo. Es demasiado interesante...