11/5/25

Dog & Tiger

Fotos: Guillermo

Texto: Ant on Ío

Topo: Matienzo Caves web

 

                             Hicimos una quedada súbita el viernes por la noche y para el sábado éramos seis. Guillermo quería visitar el Sistema de la Vega pero pensando en el lago lleno de agua optamos por las Dog Series y Vampire Gallery en La Hoyuca. Me reuní con Roberto & Adrián y Luis & Elena en el Lupa de Hoznayo y ya todos nos juntamos en la iglesia de Riaño (comenzada a construir en el siglo XV). El día, en contra de las previsiones, estaba espléndido. 

 

                  En cinco minutos estábamos cruzando el prado que lleva a la boca. Estaba encharcado por las lluvias recientes pero no demasiado. Roberto intento un par de veces pasar la estrechez que da acceso a las amplias galerías desde la red de entrada pero no pudo por su anchura torácica. Por suerte existen otras rutas aunque no sean tampoco lo que llamaríamos "cómodas". Escogimos una en que había varios resaltes, uno de los cuales necesito un paso sobre los hombros de Guillermo. Así conseguimos reunirnos todos al otro lado de la estrechez. Continuamos nuestro camino sin prisas por las hermosas galerías de Quadraphenia hasta Pigs Trotter Chamber (Sala de las pezuñas de cerdo). Allí hicimos una paradita para contemplar las formas geológicas.

 

 
                  De camino a Flashbull Hall nos tomamos un tiempito para subir por una grieta arenosa a un piso superior decorado con banderas translúcidas muy hermosas. Continuamos sin pausa más allá de la sala hacia un desfonde que se pasa por la derecha con la ayuda de un pasamanos. Con una corta trepada alcanzamos la zona de Vampire Gallery, zona que recorrimos hasta su final, donde una corta trepada permite subir a un piso superior, con excaso recorrido, en la que se atraviesa una zona de raíces colgantes muy llamativa. Paramos a comer y beber en una zona seca de Vampire Gallery aunque allí no vimos vampiros ni murciélagos por mucho que miramos en todos los rincones. 
 

 
                  De vuelta al pasamanos cruzamos un puente sobre el desfonde en el convendría poner una cuerda de seguro. Un poco más allá se alcanza una trepada en la pared de la derecha por la que se accede a Dog Series. Esta zona, muy bien decorada, nos gusto más que ninguna otra de la visita. Estuvimos dando vueltas para ser exhaustivos. Encontrar Manhattan nos costó un poco. Tras dar deambular algo más, y descartar varios pasajes, subimos una trepada y dando un quiebro desembocamos en una salita con el esqueleto de un pequeño cánido en el suelo (Dog Series). A mí me pareció que podría ser un zorro tanto como un perrito. Y no me cuadra la presencia de un perrito hace miles de años en ese lugar. Siguiendo adelante por la galería pudimos ver zonas sin huellas (el agua las había borrado del suelo). Nos hizo mucha ilusión eso de parecer exploradores por un minuto. Y la formación más llamativa del día The Tiger. Se trata de una estalagmita baja y ancha, una especie de colada cónica, dividida en sectores circulares amarillos y naranjas que se alternan. Fue un bonito regalo final. Eran las tres de la tarde y un poco más allá comenzamos la vuelta.

 
                  Hicimos un amago de salir por la, así llamada, entrada de la iglesia para evitar la estrechez, pero fiel a su fama estaba llena de barro, con pocillos llenos de agua, formando un lodazal. Optamos por la salida de la estrechez, salvo Roberto y Guillermo. Provistos de una cuerda pudieron bajar el resalte barroso del camino alternativo. Lo mejor sería dejarlo fija, no son más que unos metros de cuerda, anclada a un natural o a un parabolt de inoxidable. En el exterior amagaba lluvia pero pudimos cambiarnos bien tranquilos. Allí mismo nos despedimos, pero Guillermo y yo tenemos la convicción de que volveremos a esta cueva en poco tiempo. Es demasiado interesante...  



 

7/5/25

Grotte della Sardegna

 
                  Nuestro viaje a Cerdeña carecía de objetivos definidos. Son ventajas de ir en una camper y poder decidir sobre la marcha. Queríamos escalar, hacer caminatas, visitar ciudades -digamos turismo cultural- y tal vez entrar en alguna cueva bonita. Todo en una semana, del 1 al 7 de mayo. Tal vez un poco ambicioso ver y hacer tantas cosas en tan poco tiempo. Actitudes de consumir y consumir, propias de la sociedad en que vivimos y a las que uno no consigue ahuyentar.  

 

                  Grotta di Neptuno. El primer día, jueves 1 de mayo, poco después de bajar del barco nos topamos con esta maravilla al ojear la guía. Vimos que  Capo Caccia, cerca de Porto Torres, tenía unos atractivos seductores. Acantilados enormes, el faro, el paisaje y una cueva para la que debían bajarse más de 600 escalones hasta el nivel del mar. Algo parecido a la escalinata del Faro del Caballo en Santoña, pero muy bien mantenida para la visita del turismo a la cueva. No nos defraudó su belleza. Tanto la bajada, como el lugar donde se encuentra la boca, como la cueva en si misma son impresionantes.

 



 
                 Grotta di Bue Marino. Esta cueva la visitamos el lunes día 5. Para su visita es necesario comprar un pasaje para uno de los numerosos barquitos que llevan desde Cala Gonone  hasta sus bocas, ya que éstas solo son accesibles por mar. Con el billete del barco, ya comprado en una de las casetas del puerto, te acercas a las taquillas de la Grotta y adquieres la entrada. Con ambos papelitos grapados te permiten subir ya al barco que te llevará. El lugar donde se desembarca es espectacular. El agua del mar invade el ramal sur de Bue Marino aproximadamente un km. formando un lago. El recorrido de la visita siempre sigue el lago que inunda la galería hasta que, casi al final de la visita, aparece un arroyo de agua dulce y prístina que desemboca en él. Las paredes blancas de la galería están bellamente decoradas por formaciones. Bue Marino forma parte (la parte final para ser exactos, la más cercana al mar) del gran sistema subterráneo Codula di Luna que se extiende por más de 70 kilómetros (explorados hasta el momento). Otros sectores del sistema son Su Palu, Suspiria y Su Molente. El nombre Bue Marino hace referente a "buey de mar" que era la denominación local en sardo de la foca monje. Las focas se refugiaban para criar en las cuevas huyendo de la persecución de los pescadores sardos. Actualmente ya no hay focas monje en estas costas.
 

 
                 Grotta di Su Palu. El martes día 6 teníamos cita con nuestros amigos Alessandro y Max para visitar Su Palu. También vinieron otros dos espeleólogos, Teresa y Mario. Todos dormimos el lunes en Teletottes, punto final de la carretera que se adentra en el el fantástico valle de Codula di Luna. Por la mañana Teresa se vino a visitar la cueva y Mario se fue a observar plantas y animales por el valle. La aproximación dura unos 15 o 20 minutos desde el aparcamiento. La cueva se encuentra cerrada por una verja de la cual hay que llevar la llave. Las dificultades de la cueva son notables aunque no excesivas. El recorrido comienza con unos pozos estrechos en laminador fáciles de bajar pero pesados de subir. Siguen unos pasamanos-quitamiedos en una zona de bloques resbaladizos. Luego se sigue un arroyo a gachas hasta llegar a una gatera clave en la que penetra el arroyo, inundándola casi por completo y dejando un palmo, más o menos, de zona aérea. En este pasaje, para el cual hay que empacar de forma estanca todo lo que lo requiera, tienes que meterte en el agua por completo. No me encontraba suficientemente motivado para esta esforzada espeleología acuática, así que me di la vuelta. Los demás compañeros podían haber seguido pero también se dieron la vuelta y todos juntos dedicamos el día a dar un paseo por el hermoso valle Codula di Luna. Tal vez en otra ocasión me anime a visitar las maravillas de Su Palu... previa mojadura total en la gatera.

 

                  Estas tres cavidades son un botón de muestra de la amplia oferta de cuevas en Cerdeña. Tanto turística como espeleológica. Para alguien que le guste el mundo subterráneo la isla de Cerdeña es un destino notable.

Si queréis ver más fotos usar el enlace:

  https://photos.app.goo.gl/T1tcY2zkAZpTfUu39