26/10/12

Sencilla Mente



Las incursiones breves en ciertas cuevas, como la Red del Gándara, no me motivan como antes. Durante la tarde del viernes llegué a pensar que no iba de cuevas. Sin embargo el sábado por la mañana me sobrepuse a la desgana y pronto me sorprendí ilusionado como un colegial. Sencilla mente programación mental. Sencilla Mente.
            Podíamos hacer una incursión corta en la Red del Gándara. O podíamos visitar Cuevamur para dedicarnos a la fotografía. Decidimos hacer fotos. Confieso que a mí me apetecía mucho más esto último. Pero no estoy tan seguro de que a Miguel le apeteciese tanto. Sin embargo creo que al final se lo paso tan bien como yo.
Una buena foto puede suponer un reto tan grande como subir el Pozo de Cueto. Como resulta evidente se trata de algo muy  distinto a subir un pozo o a navegar por una cueva. Es algo reflexivo a tope. Así pues nos dedicamos dos o tres horas a hacer fotos en algunas salas de Cuevamur. Algunas no salieron mal. Casi siempre el resultado de una foto subterránea es una sorpresa. En las pantallas de las cámaras digitales no se puede comprobar bien la nitidez, la calidad de las zonas iluminadas y en sombras. Vamos, que hacer fotos puede llegar a ser un objetivo en sí mismo.



 Corales


 Excéntricas de calcita


Galería de los Cristales

20/10/12

Cámaras





            En los últimos cinco años me he cargado tres cámaras en las cuevas: una Minolta Submarina, una Lumix FX y una Sony WX5. Afortunadamente la Sony estaba en periodo de garantía y ésta incluía fallos en la apertura del objetivo. Pensándolo bien es una cara actividad la de la fotografía espeleológica de reportaje. Si uno asume la fórmula clásica para hacer una foto en las cuevas –cámara en un bote estanco, cambio de guantes, trípode, flashes, etc- puede conservar su cámara una cantidad de tiempo razonable. Pero en caso de llevarla en bandolera, como se lleva una cámara normal en un ambiente normal, el aparato tiene sus días contados. A lo sumo te dura un año sin dar serios problemas. Lo más jodido es, sin ninguna duda, los mecanismos de apertura y cierre del objetivo retráctil. Demasiado delicado para las brutales condiciones de una cavidad. Aunque aparentemente no se toque la suciedad directamente con los dedos, ocurre que en el ambiente hay cantidad de polvo, microgotas y suciedades de todo tipo en suspensión. Además la humedad es prácticamente del 100%. Se produce, por más que te esmeres, condensación y entrada de partículas en los mecanismos. El desastre total. Y el día menos pensado el objetivo se niega a abrirse o a cerrarse o a las dos cosas… vamos que la has cagado.
            La solución mala consiste en llevar una cámara digital compacta para deportes de aire libre (hasta ahora sus prestaciones no eran gran cosa) Y la buena una cámara compacta, pero con objetivo no retráctil. Panasonic ha lanzado un modelo de este último tipo, la Lumix GF3, pero es cara y de objetivos intercambiables. También Olympus ha lanzado un modelo para deportes de aire libre con prestaciones muy buenas. Pero, de momento, estoy probando una cámara de formato intermedio (semicompacta con prestaciones de réflex) que pienso proteger con un tubo de plástico. Se trata de la Nikon P7000. Hasta ahora -solo exteriores- la cosa ha ido muy bien. Pero meterla en una cueva este último fds ha sido harina de otro costal. He elegido una cueva bien doméstica en la que alcanzar los objetivos a fotografiar conlleva poco tiempo y poco esfuerzo. Se trata de la ya visitada varias veces por mí Cueva 415 de Matienzo. Una cueva a la que tengo en alta estima. No solo por sus hermosas excéntricas de calcita, sino también porque alberga algunos cabos sueltos que merecerían ser estudiados con meticulosa atención.




           Marta y Manu me esperaban en la estación de Solares el sábado en la mañana. El cielo amenazaba lluvias. Lo más prudente era ir en la furgoneta de Manu para evitar la lluvia si ésta hacía acto de presencia. Una hermosa yegua y su potro nos esperaban en el lugar de aparcamiento. De éste a la boca tardamos menos de diez minutos. La encontré sin problemas. Un asunto que surgió sobre la marcha: en el prado que domina la boca de la 415 se ha abierto un agujero por el que sale aire. La entrada permite el paso de un espeleólogo. Han tapado la boca con unos maderos para evitar que el ganado se despeñe.
            En el resalte de la primera sala puse una cuerda para evitar problemas. En unos pocos minutos nos colocamos en la segunda sala y de aquí no nos llevo demasiado localizar la zona de las excéntricas. Las fotos a mano alzada con la Nikon se revelaron bastante mediocres. Aumentando la sensibilidad hasta 1600 los resultados en cuanto a nitidez mejoraban algo, pero disminuía el detalle. Las fotos con trípode eran mejores pero como conserve la sensibilidad muy alta, tampoco me gustó demasiado el resultado. Sin lugar a dudas hace falta más luz o pintar las fotos con exposición prolongada.
            No estuvimos mucho tiempo en la cueva. Algo después de las tres estábamos en un bar de Solórzano tomando unas bebidas. Manu estaba invitado a una comida a la cual iba a llegar bastante tarde…  




14/10/12

Excavaciones



Excavaciones  (10/2012)

Tengo una duda:
            ¿nos encontramos en una zona de captación del Sistema del Lobo o del Sistema del Gándara? Definitivamente Sergio parece inclinarse por el Gándara. A mi no me inquieta demasiado si va hacia una u otra cueva. En cualquier caso se trataría de un avance importante en el conocimiento del correspondiente Sistema. Tampoco me quita el sueño que tardemos más o menos. Lo que me preocupa es que el proceso de excavación de la Bloquera sea seguro. No es que sea difícil trabajar. Los bloques se extraen con facilidad y, con una cadena humana y las herramientas adecuadas, se avanza con alegría. El problema es la inestabilidad del conjunto debido principalmente a lo “esponjoso” del puzle. El estrato se fracturó al ceder sobre una galería o pozo. Pero durante miles de años el agua ha infiltrado las grietas entre los bloques y las ha expandido al congelarse; además en los terrenos superiores se ha formado una capa de tierra vegetal que también se infiltra entre los bloques.
            La consecuencia de todo lo anterior es el hecho de que extraer un bloque implica liberar demasiado a los vecinos. Se impone una estabilización de todo el conjunto. Y esta es la verdadera dificultad de estas Obras Faraónicas, como Adrián las ha bautizado.

El 8 de octubre de 2012 Sergio dijo:
                  Os paso las cotas y distancias que hay desde la dolina que hemos estado excavando el sábado y la galería de la Cueva del Lobo que comentaba Antonio. Hay  un desnivel aproximado entre galería y dolina de 130 m. (Gráfica)

El 10 de octubre de 2012 Adrián dijo:
Sergio, esto era lo que te comentaba del Sistema que esta en Lunada, y que está cerca de donde estábamos excavando. Los circulitos (chschschs), es donde estamos excavando. Creo que sobran las palabras. (Mapa)

El 10 de octubre de 2012 Sergio dijo:
Ahí está, eso era lo que hablamos ayer, y para darle más bombo al tema mirad esto, que es la coloración que confirma la conexión hídrica entre los dos sistemas. Lo que te decía ayer,  que me ha hecho dudar es este corte geológico: (puede ser error en el dibujo) En la página 25, aparece un corte geológico en el que se aprecia el estrato de arenisca claramente (denominado 33 creo), si veis la prolongación, este muere justo en el collado, y no pasa por debajo de el como creíamos, lo que hace dudar acerca si la dolina Bloquera está por encima o por debajo de dicho estrato de arenisca. El estrato muere en una parte alta del collado. (Artículo)
Si se encuentra por debajo del estrato podría tener relación directa con el flujo de agua entre Lunada y el Gándara... como dice mi amigo Jusseppe (Pelucos), y que no le falta razón,  sobran las palabras. 
Vaya pinta que tiene todo esto...

El 10 de octubre de 2012 Sergio dijo:
Una cosa que se me olvidaba, entre la cota más baja del Sistema de Lunada (949 m), hasta la cota de la galería que más baja hacia el sur en Muguet ( 730 m), la cuenta sale unos 219 m de desnivel, y una distancia en planta de unos 2000 m.
Ahí queda eso.

A finales de Septiembre estuve en la Bloquera con Mavil trabajando un par de tardes. El 6 de Octubre se consiguió reunir una importante fuerza trabajo: Manu, Sergio, Marta, Adrián, Fran y yo mismo por un lado. Por el otro lado Miguel. Nos juntamos cerca del Puerto de Lunada. A Miguel no le veía desde antes del verano y nos resultó placentero ponernos al día. Soplaba viento fuerte. La sensación térmica era de un fresco molesto. Caminando por agradables senderos un tiempo indefinido llegamos a la Bloquera.
Estuvimos excavando, gracias al fresco, hasta el atardecer sin sudar. El trabajo fue bien y los avances resultaron alentadores. Durante todo el tiempo que estuvimos allí pensaba en la suerte de encontrarnos en un sitio tan hermoso. Al borde de un bosque de hayas y rodeado de brezos. Nada que objetar… celebramos el día tomando cervezas cerca de San Roque.



Menos de una semana después, el 12 de Octubre, se consiguió reunir otro grupo de trabajo para revisar una gatera sopladora en la Cueva del Chaparral. Trabajo pendiente desde hace 15 años; mis recuerdos me llevan a un día en que estuve con Juan Colina, César y el Cura -y otras personas que no recuerdo- trabajando allí.
En aquel entonces los métodos para romper las paredes de la gatera y permitir el paso se nos antojaron peligrosos. Existían en el mercado unos minicartuchos  de la marca Hilti de unos 2 mm de diámetro. Se colocaban al fondo de un taladro y se percutían con una barra de metal y un martillo. Por mucho cuidado que se llevara las esquirlas podían herir al operario. Hacían falta gafas, y protección total alrededor de la zona a fracturar. Nunca tuvo mucho éxito ese método de trabajo. También se utilizaban cuñas expansivas cuyos resultados eran bastante desalentadores.
Actualmente se pueden usar cementos expansivos cuya principal desventaja es que requieren diámetros de broca bastante importantes. Otra fórmula es usar mezclas productoras de humo. La reacción es similar a la de una explosión pero con un tiempo de compleción mucho mayor. La dificultad principal con ese sistema es el impecable retacado necesario para que funcione. Afortunadamente para nosotros se puede acceder a este procedimiento mediante un curso oficial. Sin embargo resultaría más efectivo el procedimiento utilizado en Francia (pequeñas cargas explosivas diseñadas específicamente para y por los espeleólogos) Su uso requiere del correspondiente curso oficial en Francia. Desafortunadamente este último método es imposible de usar en nuestro Estado debido a la exigente legislación vigente sobre uso de este tipo de substancias.
Llovía con ganas la mañana del viernes cuando nos reunimos en Mompía. Sergio, Manu, Adrián, Jara y yo nos aproximamos directamente a la finca de Oreña donde se encuentra la cueva. Una familia, creo que inglesa, ha construido una bonita casa en ese lugar. Unos minutos después aparecieron Alicia y Carlos para unirse al grupo. Venían desalentados -por la lluvia- de su proyecto de ir a un barranco.
A pesar del pequeño trayecto que hay que recorrer dentro de la cueva para llegar hasta la gatera tardamos bastante. Los antiguos spits y parabolts no estaban fiables y hubo que reinstalar dos pocetes. La zona de trabajo es cómoda. Tiene bonitas formaciones y nidos de cristales en el suelo. Se trabajo hasta las cinco de la tarde en la gatera. Mientras Carlos hacía fotos con su nueva Olympus, el trabajo en la gatera permitió crear un paso muy justo. Sin embargo yo ya estaba seguro de antemano que no había posibilidades de conseguir algo interesante. La galería llevaba un rumbo de 10º y eso conducía directamente a la ladera del Monte en menos de 50 metros.
El resultado fue nulo: nos permitió sacar la cabeza a un pequeño ensanche desde el que se oteaba una gatera de dimensiones en disminución. Para completar el trabajo Sergio escaló hasta la parte alta de la galería donde se intuía otra posibilidad de continuación. Desgraciadamente la cosa se acababa en una rampa colmatada. Para mí que no era más que la colmatación procedente del cercano exterior. El hecho de que la gatera sople obedece a que debe existir una pequeña entrada impenetrable en la ladera norte de la finca.
Después de todo esto nos consolamos con una cerveza en Novales…





Fotos
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