26/1/25

Cueva de Luchena

 
 

Luchena es una zona remota en Murcia. Además de la cueva hipogénica, el barranco y las aguas termales su escasa densidad de población, su fauna y flora y su ubicación entre los antiguos reinos de Granada y Murcia le confieren un carácter misterioso y atractivo para mí. Considero que el albergue que existe justo al comienzo del barranco es una joya para hacer convivencias y quedadas en un entorno curativo.

Hacía mucho que deseaba organizar una visita a la cueva para que la conociesen los amigos del Club Eiger. Por fin, a finales de enero del 2025, cuajó una oportunidad el domingo 26. Nos reunimos en Alhama bien temprano Abdón, Miguel Ángel, Tojo, Marisa y yo. Desde allí continuamos en dos coches hacia Luchena. Está lejos y se hace algo largo, pero pasando Zarzilla de Ramos ya se nota la cercanía. La última fase, por pista que ahora está arreglada, son varios kilómetros entre campos y pinares.

            Entre los preparativos y el acercamiento a la boca nos llevó algo menos de una hora. Llevaba material, taladro y fijaciones, para mejorar la instalación del pozo de entrada. Además decidí acarrear 4 flashes y las dos cámaras, junto con el controlador y los trípodes. Es muy engorroso andar con todos esos trastos pero éramos cinco para transportarlos. Una cuerda de 40 para el pozo y otra de unos 15 para asegurar en las trepadas y destrepes. Los últimos preparativos y entré a instalar. Me llevé la agradable sorpresa de encontrar instalada la cabecera del pozo con dos parabolts de 10. Un poco más abajo sustituí un spit roñoso por un parabolt de 10. Y como último fraccionamiento una estalagmita sirvio como hecha a medida.  
 
 

 
 

Fueron bajando todos y primero visitamos los rincones, arriba y abajo, de la diaclasa-rampa en la que acaba el pozo de entrada. Un balcón en la parte alta permite vislumbrar la diaclasa principal, paralela a la primera. Siguiendo por la parte mas profunda fuimos a dar a una gatera por la que accedimos, a Abdón le pareció demasiado estrecha, a una sala llena de corales. Esta sala tiene posibles continuaciones hacia abajo, tal vez se podrían realizar con una desobstrucción. Más tarde subimos la rampa de la diaclasa principal hasta un resalte que recuerdo tener que escalar aunque ahora alguien ha instalado una cuerda que facilita la trepada. Arriba visitamos la zona de formaciones gravitatorias y la continuación de la diaclasa principal.  La cosa se puso difícil por las expuestas trepadas (y a la vuelta destrepes) que hacían falta realizar. Será necesario poner algún trozo de cuerda para visitar hasta el final la diaclasa. Finalmente hicimos unas cuantas fotos con flashes en la parte alta donde hay un grupo de cúpulas blancas muy hermosas.

           Antes de subir el pozo comimos algo pues la cueva lleva mucho tiempo a pesar de que las distancias lineales son escasas. Salimos bastante rápido, y el sol aún estaba alto. Abajo, en las pozas de agua transparente, había un par de grupos de excursionistas. Decidimos volver por La Parroquia y tomar bebidas de abstemios en un bar del pueblo. Así son las cosas a veces...  


 
 

 

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