29/1/20

Rajas 2




Como nadie se anima decido subir un rato a la Raja para tareas que se puedan hacer en solitario pero también para dar ejemplo y que se animen a venir. 
Antes de nada localizo en Bricomart tubos de poliuretano baratos y compro cinco. Y boquillas de sobra. Y decido subirme la taladradora para preparar el trabajo posterior haciendo algunos agujeros estratégicos.
Primero me dedico a rellenar más oquedades con turrón de piedras con poliuretano en la zona que comencé el día anterior. Este poliuretano no es demasiado bueno. Tengo la impresión de que los tubos no contienen lo mismo que los caros. Se me acaban dos tubos volando y pongo un tercero. Hay que vigilar un buen rato el aumento de volumen del polímero y recolocar lo que va rebosando. Así consigo llenarme un par de dedos de ese potingue por los agujeros de los guantes. Me costará dos días arrancármelo.
Finalmente antes de irme realizo seis agujeros adecuados para coser con el cable el talud. Y otro fallido en el que estropeo una laja muy útil.
Me bajo muy contento por la senda que va hacia el barranco del Corke y por el camino inspecciono la superficie intentando adivinar qué es lo que guarda en sus entrañas. No cabe duda de que algo apasionante.

16/1/20

Rajas 1



Han pasado meses sin espeleo y más meses sin avanzar en la Raja Eiger. Hoy me doy un paseo desde la pista del Corke con Marisa hasta la Raja Eiger. El sitio tiene su encanto.
Llevo poliuretano y un serrucho. Al principio me quedo un poco bloqueado sin saber qué hacer con el talud de piedras. Luego la intuición me va dictando las acciones. Es esencial, antes de seguir sacando piedras, estar seguro de que no se va a desmoronar lo que vas dejando más arriba. Eso nos quedo muy claro el último día que estuvimos trabajando. 
Estabilizo el tinglado de cable rellenando de piedras, poniendo más tablas y, sobre todo fabricando un escalón horizontal con tablas. Luego relleno, con los dos tubos de poliuretano que he traído, todo los huecos del tinglado de cable y del frente del escalón combinado el expansivo con piedras como si fuese una especie de turrón duro.
Al cabo de poco tiempo se me hace evidente que necesito mucho más poliuretano del que he traído y también poner más cable y más tablas.  Pero poner más cable supone taladradora, anclajes, chapas, cable, cortacable, perrillos y herramienta para apretar los perrillos. Así que ordeno recojo y salgo. Casi no veo ningún opilión.
Nos bajamos dando un paseíto y luego nos vamos a los Baños de Fortuna.