Cuando se descubren todas las cuevas son vírgenes. Esta también era virgen. Pero, además, era –es- bonita y sencilla de recorrer. La senda de aproximación es un viejo sendero de cabras abierto por las cabras, mantenido por ellas y utilizado esporádicamente para marchas de montaña. Hacía tiempo que Juan me había hablado de esa cueva. Una sola vez la había visitado con un pequeño grupo, pero no lograron avanzar mucho. A lo sumo anduvieron un kilómetro, de la decena que afirman haber explorado, antes de encontrarse con un pozo que no cuadraba. La información que Juan había recibido acerca de cómo bajar a un nivel inferior mencionaba una rampa sin pozos y no un pozo.
A primeros de octubre hablamos de ir a la cueva. Pudimos ponernos de acuerdo en una fecha pero nos costó. Semanas después hubo que posponer la fecha a noviembre. Es la cruz que arrastramos en el mundo de la comunicación fácil e instantánea: el torbellino de cuadrar planes que implican a varios individuos. La cosa se pone fina porque los fines de semana se están convirtiendo en una desbandada de esclavos ansiosos. Como una ballesta que se tensa hasta el paroxismo la semana laboral va aumentando la presión hasta que el fin de semana de abre la válvula. La vida social, familiar, las amistades, el cuidado de la casa, las compras y las aventuras en la Naturaleza deben conseguir encajar entre el sábado y el domingo. Eso suponiendo que el individuo en cuestión tenga un fin de semana normal. Porque hay mucha gente que no lo tiene o que lo tiene sólo a veces.
El sábado 22 de noviembre quedamos en Solares a las nueve y media. Aunque podríamos haber ido tan solo en dos vehículos, Juan, Julio, J. Ángel, Cristina, Iván, Juan (el joven) y yo nos repartimos en tres coches para poder flexibilizar la vuelta. Una gran parte del grupo deseaban quedarse a picar algo en Arredondo al anochecer. Antes de prepararnos para la subida paramos a tomar unos cafés.
El tiempo era perfecto para caminar. Hacía algo de fresco, pero no frío. El aire estaba en calma y nítido. Aunque Juan me había contado que se tardaba una hora en la dura subida la impresión que me produjo fue que se tardaba menos. Y a pesar de que se notaba mucha pendiente en algunos tramos, las cabras siempre son cabras, el sendero no es malo y está bien trazado. Además a esas horas de la mañana la ladera por la que discurre el camino se encuentra en sombras. Personalmente disfrute de la aproximación. En el último centenar de metros nos encontramos varios agujeros marcados por los grupos exploradores.
La cómoda gatera de entrada desemboca en una galería de techo bajo que va haciéndose progresivamente más cómoda. Los suelos están en su mayoría impolutos. Se progresa con facilidad avistando algunas zonas de belleza peculiar. Así fácilmente se llega a una sala de hundimiento en que la continuación principal está en el fondo de la bloquera. Allí hay un pozo. Sin embargo las noticias de Juan eran que podía bajarse al nivel inferior por unas rampas. Esto significaba volver atrás y buscar. Así lo hicimos. Mientras buscábamos pudimos visitar algunas desviaciones pobladas de ristras de zanahorias, naranja intenso a rojo obscuro, colgadas del techo. Todas las pequeñas galerías acababan obstruyéndose por tierra o concreciones.
De vuelta la sala colapsada formamos dos grupos: el formado por Iván, Cristina y Juan (el joven) bajaron el pozo y visitaron someramente el piso inferior. El formado por J. Ángel, Julio, Juan y yo mismo nos quedamos a hacer fotos. Mientras hacíamos las fotos -bajo el imperio de la tranquilidad- una idea fue cuajando en el ambiente: ésta cueva esta en un estado virginal y nos gustaría, ahora que todavía estamos a tiempo, balizar las galerías para preservar el paisaje subterráneo tal y como está. Sera un ejemplo maravilloso de lo que puede conseguirse con un poco de esfuerzo. ¡La prioridad es conservar y no explorar!
Hicimos unas veinte tomas para cuatro o cinco fotos experimentales (collages) Pasaba el tiempo. Comimos… Tres horas después, con un desatado deseo de tomar el sol, escuchamos al grupo de Iván saliendo del pozo. Unos minutos después estábamos fuera. Un atardecer suave se había apoderado del valle. Cada paso de la bajada me resulto un placer. Los colores se adivinaban, cabalgaban sobre las formas, como un dictado sobre un público ávido de palabras. No merecíamos más, quizás menos. Me senté sobre el suelo fresco para cambiarme. Luego bajamos a tomar unas bebidas en Arredondo. Cambiamos varias veces de opinión. En todos los bares la gente veía un partido de fútbol y vociferaba. No necesitábamos tales cosas. La noche había caído ya. J Ángel y yo volvimos a Solares.
8 comentarios:
Il me semble que la publicité médiatique faite par le SCCantabro autour de cette grotte et les visites en grande troupe ne soient pas très favorables à sa conservation !
J'ajoute quelques remarques
Les visiteurs du dimanche pourraient avoir le courage d'emporter leur corde personnelle et ne pas utiliser la corde 9 mm des explorateurs (voir photo blog SCC).
Après la première visite du S C Cantabro nous avons trouvé des bauges d'ours traversées par de belles traces (huellas) de pas ... non préhistoriques. Il semble que les mesures de protection envisagées (à juste titre) par Antonio soient déjà trop tardives (l'éducation du touriste souterrain doit donc précéder la protection des lieux).
Je suis donc très inquiet pour la suite, pour nos équipements en place qui seront détériorés et nous mettront potentiellement en danger (escalades) dans la suite de nos explorations, mais évidemment surtout pour cette belle et très fragile cavité.
La prioridad absoluta no la tiene más que la conservación. Los exploradores tienen el deber moral de conservar más que de explorar: por eso deben balizar los sitios frágiles que exploran aunque se retrasen en su exploración. Esto no es una carrera para ver quien explora antes o descubre antes un lugar. Es cierto: la educación de los españoles es deficitaria. Por eso es todavía más necesario balizar los senderos. Así que los educados exploradores franceses deberían dejar bien balizado el terreno para que los patosos visitantes españoles pisen donde deben.
Por otra parte las cuerdas de los exploradores no deberían utilizarse sin permiso de los exploradores para visitas. Por lo que tengo entendido hay un grupo español que está explorando la zona y se hablo de nuestra (s) visita (s) con ese grupo. Quizás los grupos exploradores deberían hablar entre sí de la política de comunicación a seguir ¿no os parece?
La intromisión de un grupo foráneo en la zona de un grupo cántabro es desgraciadamente la práctica habitual de los espeleólogos franceses que exploran en, si, hay que reconocer desde hace muchos años en Cantabria, pero ésto, es nuestra tierra y no su colonia para la espeleo.
Aquí hemos aprendido mucho y nos damos cuenta que los colonialismos se acabaron hace muchos años.
Speleo, no desbarres. El rollito "cantabrista" sobra. La cueva es del que la trabaja, no del que ha nacido más o menos cerca. Y precisamente Simonnot y compañía han currado como bestias. El hecho de quitarles el permiso y otorgárselo al club del presidente de la FCE es, como mínimo, poco ético. Y como no soy abogado no me meto en si es ilegal, pero desde luego es inmoral. Por mi parte, el Gándara es de los franceses, que han explorado más de 100 kilómetros; los piratas (autóctonos o no) que se busquen sus zonas y se lo curren...
¿A quién se le ha quitado el permiso? ¿Dónde? Tengo entendido que los permisos para las zonas se han renovado. Puede que yo esté mal informado...?
Por los comentarios veo que hasta en esto de las cuevas se mete la burocracia y el politiqueo. Al final se trata de una forma más o menos divertida de matar el tiempo libre y eso irremisiblemente acaba por convertirse en actividad económica, lo cual exige determinadas delimitaciones de propiedad:lo de Cantabria para nosaltres les cántabros y cosas así. En cualquier caso, mi agradecimiento a los exploradores de todo tipo.
Lo mejor seria quitar todo tipo de permisos y que cada uno vaya donde le de la gana
Comentado por Antonio (bloguero) sobre las opiniones de los que firman como anónimos referente a los permisos de exploraciones en Cantabria, exponer que
las solicitudes son tramitadas cuando los solicitantes cumplen con las obligaciones de documentación e informes estipulados en decreto de ley 36/2001 en su articulo nº 59 los grupos que desean realizar actividades de exploración en Cantabria. Para el 2015 son muchos los grupos que han renovado y por lo tanto cumplido con la normativa y no consta la denegación de solicitudes como aseguran los firmantes como anónimos
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