La Verde
a manu le acabo de conocer en la estación de tren de solares. juan me habla a veces de él y esta interesado en hacer espeleo. le llamo y le propongo ir al torcón de la calleja rebollo el sábado antes de la cena del club. la mañana del sábado esta lloviendo pero hay otras opciones: la hoyuca, la 415, la red del gándara. al final vamos a la verde. esta cerca de solares, en la cavada, a cinco minutos del coche. es divertida o a mi me lo parece. la cueva esta al borde de un prado cercado y tiene un aviso de perro peligroso. también hay ovejas pero nos preocupa el perro. bordeamos la cerca y nos sentimos más seguros. después entramos y ascendemos unos 20 metros por el prado. encuentro la cueva y llamo a manu. a dos metros de la cerca esta la verde y junto a la entrada encendemos los carbureros. bajamos destrepando un recorrido helicoidal y pasamos una gatera sencilla. secamos un charco, a base de achique y esponja, y pasamos otra gatera más difícil. visitamos una red de diaclasas ortogonales que acaban cerca de la superficie y ascendemos por una escala al piso de arriba. visitamos dos salas, atravesando gateras, y nos quitamos todo el material. una de las gateras, estrecha, fue desobstruida por juan con microexplosivos hilti y quedo muy justa. hacia la parte principal de la cueva la galería es un laminador arenoso y gateamos entre columnas pequeñas. desembocamos en una gran galería con formaciones y goteos que llenan un grupo de gours. a manu le gusta la cueva y a mi me gusta oir sus comentarios. avanzamos por una zona fósil y atravesamos un desfondamiento con un pasamanos. la galería gira a la derecha 90º y luego a la izquierda otros 90º. cincuenta metros más y llegamos a un aporte que convierte el suelo de la galería en arenas fluviales. caminamos siguiendo el riachuelo y atravesamos un laminador-duna. seguimos la galería y el riachuelo con arenas hasta una gatera por la que se introduce. no queremos mojarnos y nos volvemos por el mismo camino hasta el comienzo de la galería grande. tomamos un ramal en sentido opuesto. este ramal lleva a unas formaciones que se sortean por pasos reducidos y, tras un destrepe, a una galería que se colmata de arena cincuenta metros más allá. al salir sufrimos un despiste en los laminadores y titubeamos dos minutos. volvemos a la superficie y no entramos en el prado. bajamos abriendo un surco entre la maleza y llegamos al coche. una pareja de paisanos de edad avanzada nos preguntan y manu responde. aparece el propietario del prado y nos informa que el perro nunca esta suelto. volvemos a solares y nos separamos en la estación de feve.
La Almagra
Fortuna esta sobre la falla en la que se asientan las fuentes termales de Mula, Archena y Fortuna misma y la tierra está caliente. En esta falla se origino el terremoto, de intensidad 5.6, del 98. Hoy 25/12/04 antes de darme un baño en la piscina termal de Fortuna, al aire libre bajo las palmeras, decido ir a cansarme un poco en la laberíntica cueva de La Almagra (almagra: óxidos de hierro para pinturas). Sin embargo no tengo muy claro si podré entrar ya que es la cuarta vez que intento dar con La Almagra sin conseguirlo. Pregunto a una pareja que pasea con un perro junto al cartel indicador del sendero a la cueva, pero resultan ser ingleses y no saben como llegar. A continuación pregunto a otra pareja que viene en bicicleta pero resultan ser holandeses y no nos aclaramos aunque, de cualquier forma, no parecen saber mucho. De nuevo pregunto a una pareja que viene en coche pero, aún siendo murcianos, no saben nada de La Almagra y tratan de enviarme a Cueva Negra. Finalmente pregunto a una pareja que viene con un perro en un Mercedes y que aparcan junto a la casa del cartel. El hombre me dice que ha intentado encontrar la cueva varias veces y que no lo ha conseguido. Decido dejarme guiar por el olfato de espeleólogo y sigo la dirección del cartel indicador por la pista hasta que me desvío a la izquierda por un sendero de cabras entre bancales; observo que hay un contacto entre pudingas calcáreas (calizas bioclásticas del Tortoniense) y terrenos de labor formados por tierra roja. Sigo la línea de contacto mirando todos las vaguaditas en los conglomerados. En la primera vaguada descubro una de las entradas a la cueva en forma de pozo de unos cuatro metros. En la segunda vaguada esta la entrada principal.
La cueva es un red de conductos freáticos de tamaño modesto pero no en exceso. Las galerías se ramifican a izquierda y derecha y también arriba y abajo. Es posible despistarse con gran facilidad pero la cosa no es grave pues dando algunas vueltas siempre vuelves a encontrar referencias. El desarrollo topografiado es de 755 metros y el desnivel máximo entre puntos de la cueva de 22 metros. Como su nombre indica el color dominante es el rojo oscuro de los óxidos de hierro y la cueva fue explotada por romanos y árabes para extraer almagra. La entrada del pozo conduce a un corredor donde crecen algunos musgos y helechos gracias al 95% de humedad ambiental y los 27º/30º de temperatura media a lo largo del año. El corredor culmina en una sala de apenas 3 metros de diámetro, y a otros tantos por encima de esta sala continúa la galería, ya más ancha, hasta un amplio salón del que parten varios ramales estrechos y de escaso recorrido. Un pasillo que forma recodo con esta estancia conduce a un falso pozo semejante a un embudo con bordes estriados y acanalados. En su base surge una cómoda galería donde se abren diversas oquedades con desarrollos que mueren a los pocos metros o devuelven antes o después a la galería. Esta galería culmina en un pasaje que da acceso a la segunda entrada. Esta segunda entrada se transforma en un conducto de proporciones crecientes. En el primer recodo aparecen dos tubos, el de la izquierda conduce a una sala de medianas proporciones y el de la derecha es una abertura oblonga que llega hasta la base del falso pozo. El conducto principal continúa, tras un resalte, hasta introducirse en una amplia sala bifurcada con un sumidero. Hacia la derecha aparece un sala circular; hacia la izquierda continua la galería principal hasta llegar a otra sala con, lo que parecen, marmitas invertidas en el techo. A ambos laterales de la sala amplia parten otros pasillos. Uno de ellos, que parte hacia la izquierda, conduce a través de una gatera a una sala con algunas formaciones, más bien escasas en esta cueva, y sin comunicación con el resto de la cueva.
Salgo casi sudando al frío aire de diciembre y me voy a la piscina donde me sumerjo en el agua a 36º rodeado del fresco ambiente. La gente se relaja placidamente pero no es aconsejable estar más de media hora en el agua tan caliente bajo amenaza de deshidratarse y quedarse sin fuerzas. No llego a estar, en total, más de una hora y cuando salgo me voy a un barecito que hay al lado y me tomo una cañita con almendras saladas fritas que están de vicio. Desde luego no es una cueva para echar las campanas al vuelo pero teniendo en cuenta el palmeral, el Balneario y el paisaje que nos rodea merece la pena hacer una visita e incluir La Almagra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario