9/9/21

Cuevas de la Plata

Días 1-2-5-9/09/2021






Día 1

 

Fui al atardecer cuando ya el sol estaba bajo en el horizonte. Llevé el móvil con una aplicación de localización y las tres bocas de la Plata E marcadas. Para mi sorpresa la aplicación y las coordenadas funcionaron bien (no suelo tener mucha fe en los GPS para localizar cuevas). Ubiqué las entradas I, II y III de la Cueva de la Plata E.  

 

Día 2

 

Fui por la mañana cuando el sol ya estaba alto en el horizonte. Me vestí con el mono desde que salí del coche para protegerme del sol. Usé la entrada I a la cueva de la Plata E para entrar. En las bóvedas las colonias de opiliones me saludaban apartándose de la luz. Desde el primer momento percibí algo laberíntica la cueva. Pero había una fuerte corriente saliente que permitía sentirse ubicado. Transitar los amplios laminadores que conformaban lo que la topo llamaba -o pintaba- como "salas" resultaba poco claro. Saqué los catadióptricos para marcar la ruta. Al poco encontré un hilo que visitantes anteriores habían colocado por la misma razón que yo los catadióptricos. Ubiqué la entrada II desde el interior (en realidad esa entrada no lo es desde el punto de vista práctico ya que solo cabe un ratón). Un poco más allá el hilo bajaba hacia la característica grieta que muestra la topografía. Bajé por varias rutas la grieta, pero todas necesitaban instalar cuerdas si querías seguir hacia abajo. Luego localicé la entrada III desde dentro y me asomé un poco. Volví a recorrer la ruta de entrada hasta la entrada I para salir a finales de la mañana.    

 









Día 5

 

Esta vez me acompañaron Juan Pablo y Ester por la mañana. Fuimos primero a recorrer la cueva de la Plata E desde la entrada I hasta la grieta sopladora. Allí estuvimos un rato mirando los rincones y hablando de corrientes de aire. Desde el punto más bajo que alcanzamos en la grieta comenzamos a tomar datos para la topografía. El objetivo era hacer una topo exterior de grieta sopladora en Plata E a grieta sopladora en Plata W con la idea de valorar su posible relación/conexión. Salimos por la entrada II de la Plata E. Y tuvimos que abandonar la toma de datos debido a que la intensidad del sol impedía ver el puntero laser. No había manera de trabajar. Nos fuimos dando un paseo por el Cerro de la Plata a la ladera oeste y localicé la única entrada de la Plata W. Bajamos con cuidado el pequeño pocete de entrada (3 metros) y retomamos la recogida de datos con el disto. Pasamos una gatera, cruzamos la Sala del Descanso y con un poco de esfuerzo recordé la ruta hacia la grieta sopladora. La había encontrado con Antonio Dólera hace dos años. La gatera arenosa me pareció tan increíble como la primera vez. La vuelta a la salita de entrada fue directa y con sudores. Nos planteábamos ir también a la Gran Sala de la Plata W pero estábamos un poco cansados y queríamos volver a una hora razonable par comer  todos juntos.




Día 9

 

Fui temprano por la mañana. Mi objetivo era visitar la Gran Sala y hacer alguna foto. Llevaba el maletín con cinco flashes, repuestos de baterías para todos, controlador de flashes, disparador remoto, minitrípodes para todos los flashes y para la cámara. Además, claro, de la cámara (y sus baterías de repuesto), nueve mosquetones, una cuerda de 16 metros, repuestos de batería para el frontal, segundo frontal de seguridad, botella de agua y equipo personal de verticales. Todo ello metido en una saca o puesto encima. Cuando llegué a la boca de la Plata W empecé a sentirme nervioso por el peso. Por el pocete de entrada bajé la saca con ayuda de la cuerda. Enseguida empezaron las dificultades. En el primer tramo de laminadores (horizontales) la saca se quedo empotrada en dos ocasiones. Vistas las dificultades opté por continuar sólo con lo necesario para equipar el pozo de bajada a la Gran Sala y luego volver a por el resto de las cosas (si lo veía claro). Así no tendría mayor problema que hacer dos viajes. La instalación del pozo tiene chapas pero muy viejas y oxidadas y tornillos de parabolt de 10mm en buen estado (pero para poner chapas, arandelas y tuercas). Opté por usar dos estalagmitas cercanas al borde de la vertical como anclaje. Me llego la cuerda bastante justa (sobró un metro) y tuve roces suaves (nobles, como dice JP) en la colada que iba inclinándose hasta llegar a la vertical desplomada. La verdad es que me lo pensé dos veces, pero consideré que mi peso es reducido y que el número de ascensos/descensos iba a ser escaso (4 a lo más). Me di una vuelta por la sala y volví a subir el pozo y los laminadores inclinados para recoger el material fotográfico. 

Hice varios grupos de fotos en la sala. Un primer grupo mostraba lo más de la Sala desde uno de sus lados, un segundo grupo mostraba un rincón con columnas y banderas y un tercer grupo los penitentes (pequeños conos) del fondo de la sala. Con todo estuve varias horas en el tema de las fotos. Pero el tema de subir con el peso venía a continuación. Pensé un poco y elegí una estrategia que me pareció "posible". Todo el material espeleológico, incluida la cuerda, fuera de la saca y todo el material fotográfico dentro de la saca.  La saca anclada al cabo de la cuerda ascendería a base de tirar de ella (por etapas cortas) a lo largo de los laminadores inclinados. La estrategia funcionó bien aunque la verdad es que fue trabajosa y a veces hubo que desatascar la saca con movimientos hábiles. En los laminadores horizontales fui haciendo rodar la saca (técnica del escarabajo pelotero) o empujándola, a veces con movimientos centimétricos. Era más un invitación a que se moviese que un verdadero movimiento. Finalmente salí de la Plata W, volví al coche bajo la solanera y me fui a beber líquidos y a quitarme el polvo de encima. Había valido la pena el esfuerzo... 

 






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