10/10/24

Travesía Minera

 


A finales de septiembre JL y yo hablamos de realizar algunas actividades subterráneas por la zona costera de Murcia. Me contó que conocía una travesía instalada en las minas de la montaña de Peñas Blancas. Entrando por una boca superior y bajando varios pozos se podía salir por la Mina de Colón situado al fondo del Barranco de las Víboras. Intenté ir con él el jueves de la semana pasada pero finalmente quedamos para el jueves diez de octubre.

           Nos encontramos puntualmente a las nueve en "Rational Foods", que está justo en lo alto del Cedacero, y fuimos a aparcar al comienzo de la senda que sube por el Barranco de las Víboras hacia Peñas Blancas.  Nos tomamos el ascenso al collado con mucha calma y mucha conversación, para ponernos al día de viajes y excursiones. Siempre me gusta enterarme de primera mano de las exploraciones subterráneas, en este caso de las puntas de exploración -y la logística- en la Cueva del Agua de Isla Plana que ya superan los dos kilómetros. Las inmersiones duran entre cuatro y seis horas y dependen del uso de torpedos rápidos a baterías. También por ello es prioritario optimizar los recorridos buscando galerías más cómodas que permitan mayor velocidad, menor recorrido o ambas cosas.


 

Con todo esto llegamos al collado sin sentirlo. A partir de aquí la senda es muy buena y totalmente horizontal. Las bocas de mina se suceden, una tras otra, a mano derecha. En pocos minutos estábamos en la Mina Magdalena. Visitamos una de sus galerías para una inspección corta y para ver la instalación de las "mulas sin fin" en donde, a base del trabajo de los animales dando vueltas a un círculo de unos cinco metros de diámetro, se sacaba el mineral con un ascensor por un pozo vertical. Volviendo al exterior tomamos por otra entrada una cómoda galería minera, JL no sabía el nombre de la mina, que nos llevo hasta el comienzo propiamente dicho de la travesía en una boca superior de la Mina de Colón.

         Desde la sala que forma la boca, de grandes dimensiones, parten varias galerías, pozos y rampas. Las instalaciones son evidentes. Un pasamanos da acceso a la cabecera de un pozo de veinte volado. Se puede continuar por otro pozo instalado o por una "llave" construcción en forma de estrecho pasillo con escaleras que bajan con bastante inclinación. Una pequeña obra maestra de arquitectura minera. Al final de la escalera se encuentra una rampa muy empinada por la que los mineros dejaban caer el mineral. Esta rampa es una especie de tubo en el que hay dos montajes para rápeles uno detrás de otro, de poco más de veinte metros cada rápel. A continuación hay un pasamanos de ocho metros que nos lleva a un pozo con tres fraccionamientos en donde las cuerdas estaban cómodamente instaladas. Un poco más adelante encontramos un hermoso dintel arquitectónico que invita a seguir la galería. Y sólo con un corto pozo más, que también nos encontramos instalado,  alcanzamos el nivel de salida. 
 
 
 
 

El resto hasta la salida consiste en caminar por un perfecto pasillo rectilíneo de tamaño casero hasta que vislumbramos la salida. Esta última parte viene marcada por un colchón y un somier que da inicio a cien metros de "establo de cabras". Ese fue el uso de la galería tras el abandono de las explotaciones mineras hasta hace poco. El suelo está tapizado de una capa cuarteada de cagarrutas de cabra compactadas de tal manera que parecen asfalto. Así salimos al exterior y tomamos el lecho seco de la torrentera ya que la pista minera está destruida por los meteoros y la vegetación. Sin embargo un centenar de metros más adelante puede abordarse la vieja pista y seguirse sin problemas hasta que desemboca en la senda de Peñas Blancas.

          Nuestro último quehacer consistió en lavarnos el polvillo mineral que teñía con ahínco ropa, calcetines, y cualquier trozo de piel expuesto en las minas. Había sido una actividad muy bonita y placentera, apta para mucha gente del mundo de la espeleo. Incluso para niños, con la debida supervisión, que debe ser estricta en los fraccionamientos y sitios delicados. Merecería la pena hacer una topografía bien ilustrada de la travesía minera. JL y yo nos emplazamos a realizar más actividades espeleológicas o lo que surja en las próximas semanas.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante. los recorridos por antiguas minas son un aliciente para la edpeleo