8/12/25

Mercados de Heno y Minas de Uranio (Vallina)

TOPO de Vallina

 

 

Fotos: Guillermo

Texto: Ant On Ío


 
      No pudieron venir muchos que deseaban hacerlo. Aún habiendo un puente de tres días resultó imposible cuadrar las líneas rojas. Así pues el plan que cuajó para el lunes ocho fue ir con Guillermo otra vez a Vallina con la idea de conocer algunas zonas nuevas para los dos o, al menos, prácticamente olvidadas por mí. La idea inicial era visitar Birds World, Galería Jesús Lecue y una conexión alternativa al Río Rioja. Pero los duendes no estaban con nosotros. A pesar de haber estado una semana antes tardamos mucho -y sudamos la gota- hasta encontrar la boca, además a Guillermo se le estropeó su frontal principal y la sensación no era propicia para llevar peso -equipo vertical y cuerdas-. Optamos por cambiar de plan y visitar la zona de Haymarket Chambers y luego desde El Dragón, si nos quedaban ganas, visitar la entrada de la Mina de Uranio de Barney. La ventaja de ir con poco peso hacía de contrapeso a un día de "tintes oscuros".

              La desviación a Haymarket First Chamber se toma a unos minutos de la entrada. Desde esta sala se sale por una pequeña galería, que continua por una rampa bajo falso suelo, hasta alcanzar una estrechez en forma de buzón. Es un paso algo desafiante, aparentemente no cabes y no sabes cómo entrar, pero si te mueves con creatividad se resuelve sin esfuerzo. Haymarket Second Chamber es una sala confusa por sus desniveles y extraños huecos a un nivel inferior. Para salir de ella debe tomarse una rampa terrosa en la pared Este de la sala que desciende hasta entrar en un conducto -activo de forma intermitente- que en dos cortos quiebros desemboca en otro muy parecido pero totalmente recto hacia el Norte (también se prolonga un poco hacia el Sur). Algo más allá se convierte en una amplia galería por la cual, tras unos cincuenta metros, alcanzamos la entrada de una sala. Una escalada de unos tres metros nos deja al nivel normal de la sala. Una estrechez sin dificultad -con forma de buzón- y al Suroeste de la sala es la continuación de nuestra ruta. La bonita galería Norte-Sur que viene a continuación termina enseguida en un giro de 180º hacia el Sur. Esta galería, con algún cambio de dirección, en poco tiempo nos condujo a Who Knows? Chamber. Allí echamos un vistazo a una desviación de nombre misterioso Where Who Knows? Goes. La zona me pareció tan confusa y mal representada en la topo que, por unos minutos, me mantuvo estresado. Ya en El Dragón hicimos algunas fotos y comimos.


 
 

 
           La ruta hacia la Mina de Uranio se toma justo al salir de El Dragón hacia el norte. Una galería de manual de espeleo, toda recta y cómoda, desemboca en una zona de grandes diaclasas este-oeste perpendiculares a nuestro rumbo. Hay varios caminos hacia la "mina" pero después de echar un vistazo optamos por el más claro. Shatter Passage se presenta cómodo y agradable al principio; suelo de tierra compacta y suave, gateras cómodas, para irse transformado progresivamente a peor. Una primera estrechez se pasa sin mayor problema, pero enseguida llega otra estrechez, llamémosla "creativa". Es un pasaje en forma de "V obtusa" que obliga a inventarse la forma de entrarle. Guillermo pasó con los pies por delante, boca arriba y cuesta arriba en la segunda parte del paso. A mí me pareció mejor encogerme en la primera parte y rotar sobre mí mismo para conseguir meter la cabeza primero, aunque también fui boca arriba como Guillermo. Después de este engendro llegamos enseguida a una cómoda sala y desde aquí, hasta la Mina de Uranio, seguimos una cómoda galería hacia el norte -con alguna agachada- durante pocos minutos. Nos detuvimos a la entrada de la gatera Mina de Uranio de más de 200 metros de longitud y nos marcamos la "intención" de volver para recorrerla y así visitar las galerías del otro lado. También echamos un vistazo al comienzo de LEmpedrat. Para la vuelta hacia el este decidimos probar suerte con un conducto de apariencia más amable que Shatter Passage. Sin embargo, aunque cómodo en general, no carece de dificultades variadas. Entre otras: algunos pasos de escalada en oposición, destrepes y arrastradas. No sabría decir cuál de las dos rutas es peor. El resto del camino de salida fue un paseíto.

              Todavía era de día en el exterior. La subida hasta el aparcamiento se nos hizo pesada, pero en su parte final nos encontramos con un rebaño de becerros jóvenes sumamente divertidos. Sus trepadas por las rocas nos parecieron cómicas, se les notaba mucho que no eran cabras. Para resumir toda la incursión subterránea: nos quedó muy claro que Vallina es una cueva extraordinaria para seguir haciendo visitas, tiene muchos alicientes, hermosos rincones y grandes expectativas.    

                               


 
 

No hay comentarios: