Estaba indeciso entre ir el sábado o ir el domingo… la cuestión era elegir el día que menos interfiriera con la
actividad del modelo. J.Ángel hacia un notable esfuerzo abandonando sus trabajos artesanales con equipos
HF durante unas horas!! Finalmente me decidí por el domingo. Me pareció que, al
ser el día de descanso tradicional, J.Ángel estaría
más dispuesto a abandonar las tareas que le apasionan. Además, eso me daría la
opción de hacer espeleo o escalada el sábado. Era el
día que las predicciones meteorológicas auguraban mejor.
El domingo amaneció diluviando. Aparte de la
incomodidad de acercarse a la cueva -arbustos empapados, lluvia cayendo y
pendiente de barro patinosa- lo que más me preocupaba
era El Estrujón. Es un paso estrecho con un charco importante que debe
achicarse y el aporte de tanta agua
podía impedir hacerlo.
Nos encontramos en La Cavada, montamos en mi coche
y cinco minutos después, ya en el aparcamiento, me resistía a salir para
prepararme. Finalmente J.Ángel, que es de Bilbao, me
animó a salir del coche. Utilizando los dos paraguas de reserva que llevo en el
coche nos montamos una especie de carpa que hizo más fácil de lo que esperaba
los preparativos. Optamos por acercarnos a la boca a lo largo de la valla del
bosque para evitar los arbustos. Pero subir la pendiente barrosa no estaba muy
fácil. Nos vimos precisados a treparla ayudándonos de los árboles.
En el porche encontramos un remanso de paz. Pero a J.Ángel había dejado la LedLenser
en el asiento del coche. No era cuestión de ir con malas luces, ni tampoco
podíamos depender solamente de mi iluminación. Mientras J.Ángel
bajaba a coger su linterna aproveche para achicar el agua en El Estrujón. Había
agua pero no más que cualquier otra vez que hubiera estado. La achiqué en cinco
minutos y volví a la entrada. J.Ángel volvió
enseguida. De inmediato comenzamos la arrastrada hacia la Sala del Menú. Allí haríamos
la sesión.
Pase un buen rato paseando por la sala y pensando la
posición y el encuadre. Había que tener en cuenta el paisaje, pero también
la necesidad de una zona llana donde poner la escena en marcha. Luego tuve que
extender el material sin olvidar que tenía que moverme alrededor del trípode. Fui
poniendo los flashes una tras otro en círculo en una primera
prueba. El flash Metz lo puse para iluminar el fondo de la galería aunque tenía
pocas esperanzas con él. Finalmente comencé a tirar las fotos de prueba. Ajustamos
al alza casi todos los flashes (me da la impresión de que esos flashes chinos
no son tan potentes como dice el manual). El Metz falló. Así pues lo cogí en mano
para dispararlo manualmente con un pequeño retardo. Y finalmente estuvo todo
listo.
Puesto que la vestimenta de J.Ángel
no era demasiado sofisticada cambiarse de ropa supuso pocos minutos. Me dijo
que estaba más confortable así que con el mono empapado. Las fotos en sí no nos
llevaron mucho tiempo debido a que fueron bastante satisfactorias desde el
principio. En menos de una hora habíamos acabado las fotos con ambos objetivos
y estábamos recogiendo.
La salida nos llevo poco tiempo y El Estrujón tenía
poco agua. Para evitar los batacazos en la fuerte pendiente barrosa bajamos por
el prado. Y con rapidez nos metimos en el coche, J.Ángel
había traído un plástico para sentarse directamente, no me gusto la idea al
principio, pero todo fue bien y no se mancho el asiento. Cada uno se fue a su
casa directamente, sin tomar ni cerveza, ni nada parecido. Darse una ducha
caliente era la principal prioridad…
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