1/6/13

Transmisión



       El fin de semana se presentó espeso desde el comienzo. Por alguna azarosa razón durante la tarde del viernes ninguna de las cosas previstas salió como debía. La broca que tenía que comprar apareció en la tercera ferretería que visité. La persona con la que trataba de conectar para recoger el material de balización había desaparecido. La taladradora que Sergio me iba a prestar no tenía el cargador localizado. Las dos personas con las que había quedado en el club llegaron media hora tarde. Mejor no seguir contando. Pasadas las once de la noche Subiñas me abrió el local de la Federación y pude hacer acopio de varillas, hilo y tarjetas. Finalmente, y en contra de la fatalidad, conseguí todo lo necesario para trabajar durante el sábado.
            A las nueve de la mañana comprobé con satisfacción que tenía cuatro compañeros Nano, Fran, Nacho y Julio. Lo más interesante es que de Madrid venían varios espeleólogos de diferentes clubes para aprender/ayudar. Después de una breve charla partimos hacia La Gándara en dos coches. En el mío: Nacho. En el de Julio: Nano y Fran. Pasadas las diez nos encontramos en el aparcamiento de la desviación a La Sía con los madrileños: Álvaro, Vanesa, David, Ana, Fran, Natalia y Julio. De Álvaro me sonaba la cara. Luego Álvaro se acordó. Estuvimos juntos hace años, cuando realice la travesía de La Piedra de San Martín con César y sus amigos del grupo de Geológicas. Él no participo en la travesía pero estuvo en el grupo que fue al albergue.
            Una vez hechas las presentaciones nos trasladamos hasta una zona de coladas y gours cerca de la Sala del Fisc en la Red del Gándara. Allí extendimos todos los recursos necesarios para balizar: taladros, brocas, carteles, lomeras, superglue, tijeras, hilo y estacas. De forma somera expliqué el procedimiento : la inspección visual, la colocación de las estacas, la colocación del hilo y la señalización. Y a continuación balicé, con alguna ayuda, la zona del Jacuzzi. Cuando acabamos ese sector la cosa iba estando ya bastante clara para todos. Así que lo que hicimos fue formar dos grupos para colocar estacas en el siguiente sector. Era una zona bastante más complicada -y delicada- que la anterior, pero todo fue a pedir de boca. La colocación de estacas se acabo pronto y bien. Antes de poner el hilo nos relajamos y paramos a comer.





Para el hilo también se formaron dos equipos. Pero en esto de poner el hilo las chicas se mostraron más interesadas que en la tarea de horadar agujeros y meter estacas (¿habrá algo simbólico en ello?). De cualquier forma: el hecho fue que se formaron dos equipos que ponían hilo. La tarea se realizó en muy poco tiempo. Después emigramos desde esa zona hacia un sector más cercano a la salida.
Para la Sala del Mago teníamos que subir tres tramos de cuerdas. Además el último tramo tenía un roce importante que cedió dejando el alma de la cuerda al aire. Hubo que hacer un nudo. Esto ralentizó aún más los ascensos. Para cuando emergió el último a la Sala del Mago teníamos la colocación de estacas bastante avanzada. Hubo dudas de que superficies íbamos a sacrificar para trazar el sendero, pues los suelos de esta sala son una filigrana los mires por donde los mires. Finalmente dejamos la tarea con algún fleco por rematar, pero bastante conseguida.
Los descensos por la cuerda del nudo se eternizaron debido a que algunos de los participantes carecían de experiencia. Pero así pudimos ejercitar la santa paciencia. Como a las ocho estábamos cambiándonos en los vehículos y a las nueve nos reunimos en el bar Coventosa para tomar algo. La jornada de balización había cumplido con sus objetivos. Extender la práctica y ayudar en una zona concreta. Fue algo muy satisfactorio para todos los asistentes al evento.







No hay comentarios: