Después de casi tres meses volví por el
club para ver a los compañeros, intentar alguna actividad y recoger las
tarjetas federativas. De lo último no había nada. Compañeros del club había un
numero cercano a diez. En cuanto a la actividad Julio me propuso varios planes.
Entre otros ir a El Patio. Pero yo no
tenía ganas de salidas que nos llevasen mas de media jornada. Paco propuso ir a
La Buenita para ver las nuevas galerías descubiertas (o redescubiertas) por
algunos espeleólogos. Quedamos el domingo a las diez en el bar de La Gándara para
reunirnos con Paco y un amigo suyo de Cabezón, quien conoce algunos recovecos
nuevos en la mina-cueva.
Me presente el primero, antes de las
diez, y pedí una bebida caliente. El día estaba fresco y gris. Enseguida
llegaron todos. Tras las presentaciones y unos preparativos mínimos hicimos el
acercamiento a la cercana boca. Mi
objetivo era conseguir localizaciones para sesiones fotográficas “fáciles,
cercanas y bonitas”. Primero visitamos el inicio de una grieta que contiene
unas excéntricas. Nadie se metió: estrecho y vertical, el lugar requiere destrepar. Luego visitamos una galería bastante
interesante. Tiene excéntricas de aragonito, coladas de diferentes colores, cristales
en los paredes y gours. Pero también tiene gateras y
algo de barro. Para llevar a gente que no hace espeleo
no es adecuado. Después fuimos a buscar una galería llena de excéntricas que
unos amigos catalanes han visitado últimamente. Sus referencias, llegar al
número 7 D y buscar a la derecha, no nos sirvieron de nada. A continuación
visitamos el río de La Buenita aguas arriba. Recorrimos unos 100 metros de los
más de 500 que se ven en la topo. Había charcos profundos y no quería llenarme
las botas de agua. Un soplo de viento, notoriamente fuerte, recorría toda la
galería. Es evidente que existe otra entrada, probablemente por la que se sume
el río. Pero nadie ha hecho la exploración exhaustiva de la zona.
Finalmente Paco y yo nos dedicamos a
buscar una galería que descubrí cuando estuve con Moisés explorando la conexión
entre La Buenita y Udías. Un día de exploración,
cuando ya volvíamos hacia la salida, nos fijamos en una estrecha grieta
descendente que nos dio puerta a una galería llena de excéntricas por las
paredes. El suelo estaba virgen y caminamos un rato por ella. La intenté
encontrar hace unos meses sin éxito. En esta ocasión fui con Paco a echar un
vistazo por varios rincones pero tampoco pudimos encontrarla. Quizás mi memoria
me esté jugando una mala pasada y confunda la cueva en la que Moisés y yo
descubrimos esa galería.
Aún tuvimos tiempo de echar un vistazo
a una galería lateral bastante interesante, en donde ya he realizado una sesión
de fotos, pero de la galería que buscábamos no encontramos ni rastro. Unos
minutos después estábamos tomando unos aperitivos en el bar La Gándara junto a
la chimenea -de todas formas el tiempo había mejorado-, mirando la pecera y los
minerales que llenan las estanterías. Un lugar bastante agradable. Por muchas
vueltas que le di a mis recuerdos de La Buenita no consiguieron concretarse en
una imagen clara. Habrá que buscar en los recuerdos de otros…
1 comentario:
Ya encontraremos la zona que buscábamos, yo la he visto en un vídeo in situ y es espectacular, lo que esta claro es que viendo lo que conocimos nuevo las visita a la Cueva-Mina La Buenita no han acabado.
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